martes, 27 de septiembre de 2011

^^

La suave brisa movía sus cabellos, la intensa luz del sol se reflejaba en su fina, suave y bronceada piel, el agua rozaba sus pies casi haciéndole cosquillas. Era un día agradable, uno de esos en los que darías lo que fuese por estar en la playa con el chico que te gusta, pero este, no es mi caso. He estado todo el verano, de mi casa a casa de mi novio, y de la casa de mi novio a su campo, y de allí a mi casa. En mi casa, como la mayoría de los veranos de mi vida, me tumbaba en el sofá a ver una novela de hace al menos dos siglos, mas o menos de la época de cuando mi madre era joven. Las altas temperaturas, la sequía, el agobio y la frustración de no poder salir con mis amigos han echo de mi verano una tortura.
Y ahora, paso a otra tortura, el instituto.

1 comentario: